¿Qué es la limpieza facial profunda y para qué sirve?
La limpieza facial profunda es un tratamiento estético diseñado para eliminar las impurezas acumuladas en los poros, como células muertas, exceso de sebo, puntos negros y toxinas. Además de limpiar la piel, este procedimiento hidrata, revitaliza y prepara el rostro para absorber mejor otros tratamientos o productos cosméticos.
Es ideal para mantener la piel sana, luminosa y libre de imperfecciones, especialmente en personas con piel grasa, mixta o propensa al acné.
Beneficios y aplicaciones:
- Limpieza profunda de los poros para eliminar puntos negros y toxinas.
- Hidrata y mejora la textura de la piel.
- Reduce el exceso de sebo y controla los brillos.
- Favorece la regeneración celular y previene imperfecciones.
- Estimula la circulación y aporta un efecto de frescura y luminosidad.
- Prepara la piel para otros tratamientos estéticos.
Indicaciones:
- Piel con puntos negros, acné o poros dilatados.
- Textura desigual o piel opaca.
- Piel expuesta a contaminación o maquillaje diario.
- Necesidad de un mantenimiento regular para conservar un rostro sano y cuidado.
¿Cuáles son las contraindicaciones?
La limpieza facial profunda es un tratamiento seguro, pero no se recomienda en los siguientes casos:
- Piel con infecciones activas o heridas abiertas.
- Enfermedades dermatológicas como psoriasis activa o eczema.
- Alergias a los productos utilizados durante el procedimiento.
¿Requiere periodo de recuperación?
No hay un periodo de recuperación significativo. Después de la sesión, puede haber un leve enrojecimiento en la piel, que desaparece en unas pocas horas. Se recomienda evitar la exposición solar durante una semana para proteger la piel.
¿Cuántas sesiones se recomiendan?
Para mantener la piel limpia y saludable, se recomienda realizar una limpieza facial profunda una vez al mes. Sin embargo, la frecuencia puede variar según el tipo de piel y las necesidades específicas de cada persona.
Duración de cada sesión:
Cada sesión tiene una duración de 60 a 90 minutos, dependiendo del estado de la piel y las técnicas utilizadas durante el tratamiento.